¿Te ha pasado ver una mancha en tu calzón como si se hubiera desteñido la tela? Si tu respuesta es sí, ¡sigue leyendo! Esa mancha en tu ropa interior tiene una explicación y se llama pH vaginal.
El pH vaginal cambia con la menstruación, así como en otras etapas de la vida de la mujer. Además, hay otros factores que lo pueden alterar. En este artículo descubriremos qué es el pH vaginal, qué implicancias tiene para nuestro cuerpo y ciclo menstrual, así como también analizaremos cómo cambia a lo largo de nuestra vida. ¡Comencemos!
El pH es una escala de acidez de alcalinidad que indica la cantidad de iones de hidrógeno que están presentes en una solución o sustancia.En concreto, pH significa potencial hidrógeno. Las medidas de la escala oscilan de 0 a 14, donde 7 es neutro. Bajo 7 es ácido y por encima de 7 se considera alcalino.
La leche de magnesia es una sustancia alcalina que tiene valores entre 10 y 11. En tanto, sustancias ácidas como el jugo de limón tienen un pH entre 2 y 3, y los jugos gástricos oscilan entre 1 y 2.
El pH vaginal es ácido por naturaleza.La vagina, que ya vimos que no es lo mismo que la vulva,es una de las partes de la mujer que sorprenden dado que tienen tantas funciones.Es elástica, es la parte que conecta la vulva con el cérvix, es por donde salen las guaguas y la menstruación.
La vagina además, cambia continuamente su tamaño en distintas etapas o momentos: durante la excitación, embarazo, etapa fértil, menopausia, entre otras. Es casi tan única como el clítoris, órgano que solo está en el cuerpo de la mujer y que su única función es darnos placer.
Un pH vaginal saludable está entre 3,8 a 4,5. Una vagina con tendencia a la acidez va a permitir el desarrollo y crecimiento de bacterias benignas que ayudan a mantener la vagina limpia y saludable.
Sí, leíste bien. LA VAGINA SE AUTOLIMPIA. ¿Cómo? A través de la secreción de fluidos naturales y un pH saludable, es decir, ácido, ya que favorece el entorno para que haya bacterias benignas. En general, la mayoría de las bacterias dañinas no sobreviven a la acidez de la vagina.
Así que, OJO, mantener un vagina con pH ácido va a ayudar a:
Si tu pH vaginal está por sobre 4,5 estarás más propensa a tener enfermedadescomo vaginitis o inflamación del tejido vaginal. Así como también, candidiasis, vaginosis o irritaciones causadas por productos sanitarios tradicionales como toallitas y tampones. Y cuando hay susceptibilidad de tener infecciones vaginales, también es más probable contraer infecciones de transmisión sexual tales como la clamidia y gonorrea.
Como adelantamos, el pH vaginal va cambiando.
A todas nos ha pasado que nos da por usar jabón en nuestra zona íntima igual como lo hacemos con el resto del cuerpo. Sin embargo, esto es innecesario porque como te comentamos más arriba, ¡la vagina se limpia a sí misma!
Debes tener en cuenta que el agua tiene un pH de 7, que está sobre el pH de la vagina deseado. Además, las fragancias o jabones de higiene íntima podrían causar irritación. Es por esto, que se recomienda limpiar solamente la parte externa de la vagina, es decir, la vulva. En caso que sientas irritación o un olor desagradable, puede que necesites visitar a tu ginecólogo.
El pH del semen es distinto al de la vagina. Es más alcalino, se encuentra entre 7,1 y 8.Esto hace que cuando entran en contacto con la vagina puede modificar el pH natural de esta. Una opción de evitar esto es utilizar condones.
La sangre tiene un pH de 7,4, por lo que mientras estamos con la menstruación el pH de la zona aumenta. En general, el cuerpo de la mujer está preparado para este cambio, pero puede que en algunos casos sea más susceptible a infecciones durante o después del período menstrual.
Los tampones se introducen en la vagina. Como consecuencia de esto absorben el flujo vaginal y, con ello, todas las bacterias, sean estas benignas o malignas. En ese sentido, el uso del tampón puede impedir que las bacterias benignas mantengan un pH equilibrado. Y no solo eso, también pueden propiciar el ambiente para que se desarrollen las bacterias malignas y así causar infecciones.
Una manera de evitar este riesgo es evitando los productos sanitarios tradicionales y cambiándolos por los calzones menstruales BloodyGreen o la copita menstrual.
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