Como mujeres conocer nuestro cuerpo es fundamental. Nuestro cuerpo es nuestro templo 🛕 y la menstruación, especialmente el flujo menstrual 🩸🩸🩸, puede decir mucho de él. Cuando hablamos de flujo menstrual la palabra “normal” es relativa, ya que no hay una regla ideal ni estándar. Cada mujer debe comparar su ciclo menstrual y, por tanto su flujo menstrual, consigo misma.
En este blog hablaremos justamente de eso, definiremos qué conocemos como flujo menstrual. E iremos más allá, analizaremos qué factores lo afectan y, sobre todo, cuándo el flujo menstrual es considerado normal.
Cuando hablamos de flujo menstrual la palabra “normal” es relativa, ya que no hay una regla ideal ni estándar.
Partamos por lo básico🤓. El flujo menstrual es la sangre que cada mujer elimina durante la menstruación. La mayoría de las personas menstruantes tienen un flujo menstrual que va entre 10 y 80 ml y tiene una duración de 2 a 7 días. Estas cifras quieren decir que en promedio una mujer tiene un flujo menstrual de aproximadamente 35 ml, lo que equivale a 2 o 3 cucharadas soperas…¿lo has medido?
Sabemos que medirlo puede ser un tanto difícil y que estas cifras parecen súuuper exactas. Sin embargo, ¡no te preocupes porque la regla es diferente en cada mujer! 💪🏼 Debes saber que hay diversas formas de saber si tu flujo es ligero, moderado o abundante. Además, ten en cuenta que el flujo de cada persona menstruante es diferente. Y que existen distintos factores que lo afectan, como la edad, la alimentación, el deporte, las hormonas, el estrés, entre otros.
Como dijimos unas líneas antes, no existe una regla normal ni estándar. Lo que realmente importa es que cada mujer conozca su propio “normal”, ya que la regla se vive diferente en cada cuerpo. De todas formas, el flujo menstrual es un elemento importante a considerar, ya que es considerado como uno de los tres patrones que alteran la regla según la Federación Internacional de Obstetras y Ginecólogos (FIGO).
El estrés es una reacción del cuerpo que puede causar desequilibrio emocional y menstrual. Someterse a un elevado nerviosismo aumenta la hormona del cortisol, afectando la cantidad de progesterona y estrógeno en el cuerpo. Esto puede generar cambios en el período menstrual, ya sea retrasándolo o ausentándolo.
Una alimentación diferente que puede llevar a tener variaciones de peso también puede afectar el flujo menstrual. ¿Cómo? Al producirse cambios drásticos de peso, las hormonas se alteran y, como consecuencia, los ovarios producen estrona, es decir, un tipo de estrógeno. Cuando aumentan los niveles de estrona, la ovulación puede reducirse provocando la ausencia o retraso del período.
Tener cambios de horario o de rutina de forma brusca puede afectar el flujo menstrual de un período a otro. Por ejemplo, someterse a un régimen de entrenamiento deportivo estricto luego de meses de sedentarismo o cambiarse a un trabajo con un horario distinto.
A partir de la menarquia o primera regla, la menstruación va cambiando con el tiempo. Al principio, es común que las reglas sean más abundantes y luego puede ir disminuyendo hasta la menopausia.
Lee también cómo los anticonceptivos afectan la regla.
Como bien sabemos existen tres tipos de flujo menstrual: ligero o liviano, moderado, e intenso. Antes de explicar una forma de medir nuestro flujo, es importante que tengamos en cuenta que nuestro flujo menstrual no solo es sangre. Durante la regla eliminamos agua, células muertas del endometrio, lípidos, proteínas y hormonas como la progesterona. ¿Lo sabías?
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